¿Alguna vez te has sentido así: viendo cómo se dispara el precio de las acciones de NVIDIA, con el corazón acelerado, queriendo montar inmediatamente la ola de los tiempos; desplazándote por las últimas actualizaciones de TSL, admirando su innovación disruptiva, soñando con ser parte de ello; o quizás, simplemente quieres incluir a gigantes cotidianos como Apple y Google en tu cartera de inversiones.