Recientemente, las declaraciones del presidente de la Reserva Federal (FED), Jerome Powell, en una reunión han llamado la atención del mercado. Él indicó que no considerará reducir las tasas de interés a menos que la economía enfrente problemas significativos. Esta afirmación no solo rompió las expectativas del mercado sobre una reducción de tasas, sino que también respondió de manera astuta a la presión proveniente del ámbito político.
La estrategia de Powell puede considerarse brillante. Él utiliza la política arancelaria como una razón para observar el impacto económico, lo que le proporciona más tiempo y espacio para sus decisiones. Este enfoque mantiene una postura neutral y asegura que el control de la política de tasas de interés permanezca firmemente en manos de la Reserva Federal (FED).
Los datos económicos también respaldan la posición de Powell. El índice PCE subyacente ha subido durante tres meses consecutivos, lo que le proporciona un fuerte fundamento para mantener la política actual. Al mismo tiempo, el discurso a nivel político presenta cierta contradicción: por un lado, se afirma que la economía es robusta, mientras que por otro lado, hay prisa por exigir recortes en las tasas de interés. Esta posición contradictoria, de hecho, le da a La Reserva Federal (FED) más margen de maniobra en la política.
El mercado reaccionó rápidamente a esto, con una corrección en las acciones estadounidenses, las expectativas de altas tasas de interés continúan existiendo, y el mercado comienza a reevaluar el riesgo de liquidez. Sin embargo, no se trata de una simple política de halcones, sino de un juego de políticas cuidadosamente diseñado. Tanto la Reserva Federal como el ámbito político son conscientes de que no pueden permitir que el mercado colapse.
Para los inversores, la clave está en entender la naturaleza de este juego, y no dejarse llevar por las fluctuaciones del mercado a corto plazo. Solo manteniéndose tranquilos, los inversores que se quedan en el mercado tienen la posibilidad de beneficiarse. En este entorno económico lleno de desafíos, el análisis racional y la visión a largo plazo serán la clave del éxito.
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SmartContractPlumber
· 08-08 14:49
Esta trampa de mercado tiene similitudes con el plan de evasión de vulnerabilidades de reingreso.
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MoonRocketman
· 08-08 14:47
El ángulo de la órbita ha superado la pendiente crítica y ha entrado en la zona de aceleración de caída libre.
Recientemente, las declaraciones del presidente de la Reserva Federal (FED), Jerome Powell, en una reunión han llamado la atención del mercado. Él indicó que no considerará reducir las tasas de interés a menos que la economía enfrente problemas significativos. Esta afirmación no solo rompió las expectativas del mercado sobre una reducción de tasas, sino que también respondió de manera astuta a la presión proveniente del ámbito político.
La estrategia de Powell puede considerarse brillante. Él utiliza la política arancelaria como una razón para observar el impacto económico, lo que le proporciona más tiempo y espacio para sus decisiones. Este enfoque mantiene una postura neutral y asegura que el control de la política de tasas de interés permanezca firmemente en manos de la Reserva Federal (FED).
Los datos económicos también respaldan la posición de Powell. El índice PCE subyacente ha subido durante tres meses consecutivos, lo que le proporciona un fuerte fundamento para mantener la política actual. Al mismo tiempo, el discurso a nivel político presenta cierta contradicción: por un lado, se afirma que la economía es robusta, mientras que por otro lado, hay prisa por exigir recortes en las tasas de interés. Esta posición contradictoria, de hecho, le da a La Reserva Federal (FED) más margen de maniobra en la política.
El mercado reaccionó rápidamente a esto, con una corrección en las acciones estadounidenses, las expectativas de altas tasas de interés continúan existiendo, y el mercado comienza a reevaluar el riesgo de liquidez. Sin embargo, no se trata de una simple política de halcones, sino de un juego de políticas cuidadosamente diseñado. Tanto la Reserva Federal como el ámbito político son conscientes de que no pueden permitir que el mercado colapse.
Para los inversores, la clave está en entender la naturaleza de este juego, y no dejarse llevar por las fluctuaciones del mercado a corto plazo. Solo manteniéndose tranquilos, los inversores que se quedan en el mercado tienen la posibilidad de beneficiarse. En este entorno económico lleno de desafíos, el análisis racional y la visión a largo plazo serán la clave del éxito.