Regulación de activos digitales: ¿valores mobiliarios o mercancías?
La influencia de los activos digitales en el mercado financiero está en constante aumento, y su característica de descentralización presenta nuevos desafíos para los sistemas de regulación financiera de los países. Ajustar el marco de regulación financiera tradicional para adaptarse a la singularidad de los activos digitales, al tiempo que se controlan eficazmente los riesgos, se ha convertido en el foco de atención de todas las partes.
Las actitudes regulatorias globales son diversas; según los datos, en 130 jurisdicciones, 88 permiten servicios de activos virtuales, mientras que 20 prohiben claramente. Estados Unidos, como uno de los países que permiten servicios de activos virtuales, ha adoptado un modelo de regulación conjunta, y diferentes negocios pueden estar sujetos a la supervisión de diferentes agencias.
En Estados Unidos, la industria de los activos digitales abarca una variedad de negocios, incluidos servicios de billetera, intercambios, ICO, minería, contratos inteligentes, servicios de staking y NFT, entre otros. Sin embargo, la cuestión de la regulación de ciertos activos digitales (como ETH) sigue siendo controvertida, y el problema central radica en si deben ser considerados como mercancías o valores.
Las autoridades regulatorias de EE. UU. han estado evaluando la aplicabilidad de las regulaciones existentes a los activos digitales. En este contexto, la prueba Howey se utiliza para determinar si un activo digital califica como un "contrato de inversión", lo que decide si debe incluirse en el ámbito de regulación de valores. Esta prueba se origina en un caso legal de 1946, proporcionando a los reguladores un marco de prueba claro.
Si los activos digitales son considerados como valores, estarán sujetos a una estricta regulación. La violación de las normativas pertinentes puede dar lugar a demandas civiles o sanciones administrativas. Por ejemplo, una conocida empresa de activos digitales fue demandada por emitir valores sin registrarse; el tribunal emitió diferentes fallos sobre los distintos métodos de venta al juzgar la sustancia económica de las transacciones.
Por otro lado, si los activos digitales se consideran mercancías, estarán sujetos a diferentes enfoques regulatorios. Aunque los activos digitales aún no se han definido claramente como mercancías en el sentido legal, los reguladores han indicado que ciertos activos digitales caen dentro de su ámbito de aplicación.
Recientemente, el órgano legislativo de Estados Unidos aprobó una ley que intenta proporcionar un marco más claro para la regulación de activos digitales. Esta ley clasifica los activos digitales en dos categorías: "activos digitales restringidos" y "productos digitales", que serán supervisados por diferentes agencias reguladoras. La clasificación de los activos dependerá del grado de descentralización de su blockchain subyacente, la forma en que se adquieren y la relación entre los poseedores y los emisores, entre otros factores.
La calificación de los activos digitales tiene un impacto significativo en el mercado. Tomemos como ejemplo el ETH; si se califica como un valor, podría aumentar los costos de cumplimiento para los proveedores de servicios relacionados, afectando las oportunidades de inversión para los pequeños inversores. Por otro lado, calificarlo como una mercancía podría fomentar el desarrollo del mercado de derivados, pero sería difícil reflejar sus propiedades únicas.
La competencia entre los organismos reguladores también puede dar lugar a arbitraje regulatorio, lo que hace que los participantes del mercado enfrenten un entorno regulatorio más complejo. Encontrar un equilibrio entre la protección de los inversores, el mantenimiento del orden del mercado y la promoción de la innovación será el desafío clave en la regulación de activos digitales en el futuro.
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GasWaster
· hace23h
eth es eth... no te preocupes por tantas tonterías.
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MondayYoloFridayCry
· hace23h
Regulación o no, yo voy a Todo dentro.
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MEVictim
· hace23h
La regulación es una broma, ¿verdad?
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GmGnSleeper
· hace23h
¿Cuándo podrá ETH ser libre?
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MEVHunter
· 08-12 11:31
mempool se revuelca en el barro y se enriquece rápidamente
Dilemas de la regulación de activos digitales: ¿cómo impacta la disputa entre valores y mercancías en el futuro de ETH?
Regulación de activos digitales: ¿valores mobiliarios o mercancías?
La influencia de los activos digitales en el mercado financiero está en constante aumento, y su característica de descentralización presenta nuevos desafíos para los sistemas de regulación financiera de los países. Ajustar el marco de regulación financiera tradicional para adaptarse a la singularidad de los activos digitales, al tiempo que se controlan eficazmente los riesgos, se ha convertido en el foco de atención de todas las partes.
Las actitudes regulatorias globales son diversas; según los datos, en 130 jurisdicciones, 88 permiten servicios de activos virtuales, mientras que 20 prohiben claramente. Estados Unidos, como uno de los países que permiten servicios de activos virtuales, ha adoptado un modelo de regulación conjunta, y diferentes negocios pueden estar sujetos a la supervisión de diferentes agencias.
En Estados Unidos, la industria de los activos digitales abarca una variedad de negocios, incluidos servicios de billetera, intercambios, ICO, minería, contratos inteligentes, servicios de staking y NFT, entre otros. Sin embargo, la cuestión de la regulación de ciertos activos digitales (como ETH) sigue siendo controvertida, y el problema central radica en si deben ser considerados como mercancías o valores.
Las autoridades regulatorias de EE. UU. han estado evaluando la aplicabilidad de las regulaciones existentes a los activos digitales. En este contexto, la prueba Howey se utiliza para determinar si un activo digital califica como un "contrato de inversión", lo que decide si debe incluirse en el ámbito de regulación de valores. Esta prueba se origina en un caso legal de 1946, proporcionando a los reguladores un marco de prueba claro.
Si los activos digitales son considerados como valores, estarán sujetos a una estricta regulación. La violación de las normativas pertinentes puede dar lugar a demandas civiles o sanciones administrativas. Por ejemplo, una conocida empresa de activos digitales fue demandada por emitir valores sin registrarse; el tribunal emitió diferentes fallos sobre los distintos métodos de venta al juzgar la sustancia económica de las transacciones.
Por otro lado, si los activos digitales se consideran mercancías, estarán sujetos a diferentes enfoques regulatorios. Aunque los activos digitales aún no se han definido claramente como mercancías en el sentido legal, los reguladores han indicado que ciertos activos digitales caen dentro de su ámbito de aplicación.
Recientemente, el órgano legislativo de Estados Unidos aprobó una ley que intenta proporcionar un marco más claro para la regulación de activos digitales. Esta ley clasifica los activos digitales en dos categorías: "activos digitales restringidos" y "productos digitales", que serán supervisados por diferentes agencias reguladoras. La clasificación de los activos dependerá del grado de descentralización de su blockchain subyacente, la forma en que se adquieren y la relación entre los poseedores y los emisores, entre otros factores.
La calificación de los activos digitales tiene un impacto significativo en el mercado. Tomemos como ejemplo el ETH; si se califica como un valor, podría aumentar los costos de cumplimiento para los proveedores de servicios relacionados, afectando las oportunidades de inversión para los pequeños inversores. Por otro lado, calificarlo como una mercancía podría fomentar el desarrollo del mercado de derivados, pero sería difícil reflejar sus propiedades únicas.
La competencia entre los organismos reguladores también puede dar lugar a arbitraje regulatorio, lo que hace que los participantes del mercado enfrenten un entorno regulatorio más complejo. Encontrar un equilibrio entre la protección de los inversores, el mantenimiento del orden del mercado y la promoción de la innovación será el desafío clave en la regulación de activos digitales en el futuro.